En vista de que son las capitales y las grandes ciudades las que emiten la mayor cantidad de gases de efecto invernadero y por lo tanto tienen un mayor impacto y responsabilidad ambiental, es fundamental que cada una de ellas tenga un plan sistémico y alineado con los acuerdos internacionales para solapar estos efectos.
Por ello es que en 2017 la Ciudad Autónoma de Buenos Aires integró el primer grupo de grandes urbes en adherir al compromiso impulsado por la red C40 de lograr ciudades carbono neutrales, resilientes e inclusivas para el 2050, en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Y es durante el corriente año 2025 que finaliza el plazo del tercer Plan de Acción Climática (PAC), que comprende el periodo 2021-2025. El mismo se ubica particularmente en el denominado “PAC 2050” donde la Ciudad de Buenos Aires se ha comprometido para el año 2050 a ser una ciudad carbono neutral y, más recientemente, se han intensificado estas metas de tal manera que se busca disminuir en un 50% las emisiones de carbono para el año 2030, en comparación con las emisiones del año 2015.
El “C40” mencionado anteriormente es una red global de casi 100 alcaldes de las principales ciudades del mundo que están unidos en acción para enfrentar la crisis climática. Los objetivos principales de esta red son reducir a la mitad su parte de emisiones para 2030 y ayudar al mundo a limitar el calentamiento global a 1.5 °C. Este grupo es inclusivo y heterogéneo, ya que lo integran casi todas las capitales junto con algunas de las ciudades más importantes del mundo.
Los ámbitos de acción de este tercer plan son cuatro, de los cuales desglosaremos sus acciones particulares asociadas con las metas planteadas:
1. Ciudad preparada: Este ámbito está asociado a la prevención en infraestructura de la ciudad en pos de evitar los riesgos asociados con la polución, la lluvia y demás fenómenos naturales. Se enfatiza en el uso de la naturaleza como solución, buscando de esta manera la adquisiciones de nuevos y mejores árboles y la ampliación de los espacios verdes que puedan proporcionar a la ciudad no solo una calidad de vida superior sino que puedan dispersar y absorber la lluvia en un territorio como el de la Ciudad de Buenos Aires, donde la desviación de estas aguas para que no influyan negativamente en la infraestructura y en los ciudadanos, es una tarea ardua y que demanda muchos recursos debido a la composición del suelo sobre la que está edificada.
Algunas de las metas asociadas a esta acción (algunas asociadas al corto, mediano o largo plazo) son las siguientes:
– Cero personas heridas o evacuadas para 2050
– 100.000 nuevos árboles para 2025
– 400 metros de proximidad máxima a un espacio verde para 2025
2. Ciudad cercana: Poniendo el foco en el peatón, busca descentralizar la ciudad de tal manera de que una persona no deba trasladarse grandes distancias, mitigando de esta manera la huella de carbon con el fin de mejorar las alternativas de transporte para desincentivar el uso de automóviles que contribuyen negativamente al medio ambiente y a la congestión de las vías de transporte.
Las metas de este ámbito son:
– 15 nuevas áreas peatonales para 2030
– 48 calles de encuentro (una por cada barrio de la ciudad) para 2030 – 1 millón de viajes diarios en bici para 2023 (sin datos oficiales aún para evaluar el cumplimiento de la meta)
– 30% menos de tiempo de viaje en nuevos corredores Metrobús para 2035
3. Ciudad innovadora y baja en carbono: Desde los medios de transporte hasta los edificios han quedado con una infraestructura y recursos anticuados para las necesidades de una ciudad moderna. Por ello se busca la innovación y la actualización hacia tecnologías más eficientes y sustentables tanto en todas las dependencias estatales como en las tecnologías y recursos de los privados, por lo tanto la articulación entre diversas esferas de la vida pública se hace primordial en este ámbito.
Algunas de sus metas son las siguientes:
– 100% de colectivos cero emisiones para 2050
– Dos zonas de ultra bajas emisiones para 2030
– 80% de edificios residenciales reacondicionados para 2050
– Reducir 3,5 M de t CO2eq anual para 2050
– 100% edificios públicos con planes de eficiencia para 2025
– 30% de techos residenciales con aprovechamiento solar FV para 2050 – 80% de restos verdes compostados para 2030
– 100% de tratamiento del papel y cartón para 2050
– 80% de tratamiento de residuos orgánicos (alimenticios) para 2040
4. Ciudad inclusiva: A través de la cooperación de los vecinos, se buscará una ciudad donde las diferencias en los barrios no sean determinantes de la salud de sus habitantes. Algunos barrios populares poseen graves y urgentes fallas que provocan no solo obstáculos para su desarrollo económico sino también fuertes influencias negativas en la salud de sus habitantes. Por eso, la expansión de los servicios públicos de calidad tanto de educación como de salud, conforman la piedra angular en este ámbito.
Concretamente, los objetivos son los siguientes:
– 100% de acceso a los servicios básicos para la población afectada por los procesos de urbanización para 2030
– 100% de Centros de Día y Jubilados alcanzados por el programa para 2025 – 100% de vecinos sin cobertura privada atendidos en el sistema público para 2030
– 100% cumplimiento de estándares OMS de calidad de aire para 2050 – 100% de barrios populares con huertas para 2025
– 100% escuelas de gestión estatal con reconocimiento como Escuela Verde para 2030
Finalmente, este año se revisará este tercer plan por el equipo de Medioambiente de la Ciudad para evaluar su efectividad y el cumplimiento de sus metas. Posteriormente se lanzará un nuevo programa de acción climática que seguramente culminará en 2030, en sintonía con el plazo objetivo de la “Agenda 2030”.
