El pasado 12 de septiembre la Asamblea General de la ONU, durante la semana de Alto Nivel que se celebró del 22 al 27 de septiembre, aprobó por consenso el “Pacto Para el Futuro”, donde se busca “renovar el compromiso con la cooperación internacional a partir del respeto del derecho internacional” A continuación veremos de qué se trata este Pacto, que
antecedentes tiene y como impacta en Argentina.
Este pacto busca principalmente reafirmar acuerdos preexistentes como el acuerdo de París, la Plataforma de acción de Beijing, etcetera, y es fundamentalmente una continuación y una revitalización de la Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible. En la Resolución 79/1 acordada por la ONU el 22 de septiembre se concibe que los objetivos de esta agenda, desde
2015 hasta el momento, avanzaron en algunos aspectos pero se han quedado estancados o inclusive han sufrido retrocesos. Las guerras y las hambrunas, aún frecuentes a 6 años de 2030, hacen que sea necesario una revisión de este camino y de una duplicación de los esfuerzos por parte de la comunidad Internacional.
A este respecto, el Pacto para el futuro
concibe 56 puntos de accion que se pueden leer en el siguiente link:
https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n24/272/25/pdf/n2427225.pdf
En general las 56 acciones se basan en la utilización del Estado y las alianzas
intergubernamentales para avanzar en la implementación de la agenda 2030, por esto mismo están divididas en 5 secciones bien definidas:
I. Desarrollo sostenible y financiación para el desarrollo: Contiene las acciones 1 a 12. Esta sección es ilustrada por la acción 4: “Reduciremos el déficit de financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los países en desarrollo”) que, además de hacer una declaración de principios, específica en uno de sus incisos como lograr el financiamiento: “Ampliar y cumplir nuestros respectivos compromisos sobre la asistencia oficial para el
desarrollo, incluido el compromiso de la mayoría de los países desarrollados de alcanzar el objetivo de destinar el 0,7 % del ingreso nacional bruto a la asistencia oficial para el desarrollo y entre el 0,15 % y el 0,20 % del ingreso nacional bruto a la asistencia oficial para el desarrollo de los países menos adelantados”
Respecto del cambio climático , es la Acción 9 (“Reforzaremos nuestras acciones para hacer frente al cambio climático”) la que hace hincapié en él: ”Reafirmar el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con
respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático, y recalcar que los efectos del cambio climático serán mucho menores si la temperatura aumenta 1,5 °C en lugar de 2 °C y
tomar la determinación de esforzarnos por limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C”, esto está vinculado al famoso “punto de no retorno climático” al que se debe evitar con suma urgencia. Adicionalmente las demás acciones de esta sección profundizan en la necesidad de coberturas globales de salud y educación junto con la disminución de las desigualdades y el empoderamiento de las mujeres y los niños (acción 6, 7 y 8), es decir, profundizando en los procesos globalizadores.
II. Paz y seguridad internacionales: Contiene las acciones 13 a 27
Sin demasiadas precisiones, busca afianzar la paz mediante el estricto acatamiento del derecho internacional y la lucha contra el terrorismo. Asimismo se compromete al cuidado de los espacios marítimos y la prevención de movimientos financieros ilícitos. El punto más importante, que sigue con la histórica tradición de desarme de la ONU, están especificados por las acciones 25 y 26, que promueven el objetivo de un mundo sin armas nucleares debido a sus altísimos riesgos humanitarios.
III. Ciencia, tecnología e innovación y cooperación digital: Contiene las acciones 28 a la 33. En esta sección, notamos una clara tendencia del organismo hacia la correcta utilización de la tecnología, que debe enfocarse en la satisfacción de los objetivos de desarrollo sostenible. Por ello, se coloca esperanza en que los avances tecnológicos y científicos dados mediante la cooperación internacional puedan promover la reversión del cambio climático, la igualdad de género y demás objetivos. Se condena por lo tanto el incorrecto uso de la tecnología, es decir, toda acción que atente contra los derechos humanos y las diversas convenciones y pactos internacionales.
IV. Juventud y generaciones futuras: Conteniendo las acciones 34 a la 37
El faro de la juventud se manifiesta en este acuerdo como un lugar común al que se lo debe salvaguardar mediante la inversión material en educación y salud de las primeras infancias; esta esperanza se manifiesta en los hechos al solicitar al Secretario General de la ONU promover la participación activa de la juventud en los ámbitos nacionales e internacionales.
V. Transformación de la gobernanza global:
Contiene las acciones 38 a la 56. Busca, desde el Consejo de Seguridad de la ONU, mejorar el diálogo y las relaciones del organismo con los demas paises, ayudado por el fortalecimiento del sistema financiero Internacional, haciendo hincapié en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo junto con el Pacto para el Futuro, viene anexado el Pacto Digital Global, que consta de los
siguientes objetivos: Eliminar todas las brechas digitales y acelerar los progresos en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible; Ampliar la inclusión en la economía digital y sus beneficios para todos; Fomentar un espacio digital inclusivo, abierto y seguro que respete, proteja y promueva los derechos humanos; Promover enfoques de la gobernanza de datos que sean responsables, equitativos e interoperables; Mejorar la gobernanza internacional de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad. Sus principios se basan en los principios de la Carta de las Naciones; algunos de ellos ya fueron previamente mencionados. Para llevarlos a cabo, la organización se compromete al cumplimiento de 5 objetivos para 2030:
Objetivo 1. “Eliminar todas las brechas digitales y acelerar los progresos en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible”: Mediante la cooperación privado-estatal y la conformación de una estructura sólida de financiamiento, se compromete a universalizar la conexión a internet, especialmente en zonas remotas y rurales. En este aspecto, es la tecnología satelital la que va a jugar (y ya está jugando) un papel preponderante. A través de la conectividad se va a poder alcanzar objetivos del Pacto para el Futuro mencionados anteriormente, ya que el Pacto Digital incluye la expansión de la educación a través de programas educativos para todos los niveles, alcanzando desde la educación elemental hasta la profesional y la concientización de las temáticas de género. Asimismo, la conexión también beneficiaría a los hospitales logrando agilizar su administración y mejorando sustantivamente sus comunicaciones regionales y extra regionales.
Objetivo 2. “Ampliar la inclusión en la economía digital y sus beneficios para todos”: Teniendo siempre en cuenta el contexto de globalización, la economía digital surge para la ONU como una cuestión de capital importancia, logrando conectar los mercados de capitales internacionales con la más pequeña pyme de un país en desarrollo, consiguiendo la conectividad con posibles exportadores e importadores de todo el mundo y pudiendo alcanzar el crédito para el financiamiento de sus actividades productivas.
Objetivo 3. “Fomentar un espacio digital inclusivo, abierto y seguro que respete, proteja y promueva los derechos humanos”: Nuevamente, la ONU reafirma su compromiso con el correcto uso de la tecnología y condena enfáticamente, siguiendo la reglas del derecho internacional y los derechos humanos, todo uso discriminatorio o de violencia para con otro ser humano mediante la tecnología. Asimismo, se compromete fuertemente con la libertad de expresión al “Abstenerse de imponer restricciones a la libre circulación de información e ideas que sean incompatibles con las obligaciones en virtud del derecho internacional”.
Exhorta por tanto, tanto a empresas y proveedores privados como a los organismos estatales a alinear el uso del internet en los lineamientos básicos del derecho internacional, particularmente en la protección del derecho de los niños y mujeres, así como la protección de la privacidad y datos de los usuarios y el rendimiento de cuentas respecto de las condiciones de servicio, moderación de contenidos, algoritmos, etc.
Objetivo 4. “Promover enfoques de la gobernanza de datos que sean responsables, equitativos e interoperables”:
Además de la protección de datos privados, esta sección del pacto busca la creación de bases de datos gubernamentales de amplio acceso en caso de crisis y garantizar la interoperabilidad de datos en la comunidad internacional
Objetivo 5. “Mejorar la gobernanza internacional de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad”:
Respetando a la inteligencia artificial como un actor de suma importancia y eficacia en todos los aspectos de la comunidad, la ONU advierte sobre los riesgos del uso indebido de la misma y recomienda la interiorización de la ética en el uso de la tecnología para todo caso que involucre el uso de IA, donde la supervisión humana es indispensable. Para ello, la ONU se dispone a crear un panel científico que estudie estos aspectos mencionados que será nombrado por consenso por los países miembros.
Este Pacto, que no es más que reafirmar el compromiso con la agenda 2030, fue aprobado por consenso por los países miembros, es decir, sin la necesidad de votación uno por uno. Sin embargo, cada país tiene el derecho de adherir o no a la resolución; haciendo uso de este derecho, la canciller argentina anunció en su twitter que el país se disocia del pacto, es decir, que la Argentina, junto con otras naciones tales como Irán o Corea del Norte, no va a cumplir con la resolución.
La resolución no es jurídicamente vinculante, por lo que esta decisión no va a tener consecuencias para el país más allá de las políticas. La política ambiental queda entonces a discreción del gobierno nacional, los gobiernos provinciales y las municipalidades al carecer de un horizonte internacional de pautas a las que aferrarse.
Por Lisandro Priotti