Desde el año 2018, cada 14 de Julio se conmemora el Día Mundial del Chimpancé en honor a Jane Goodall, etóloga inglesa pionera en observar y estudiar el comportamiento de los chimpancés salvajes.

Corría el año 1960 cuando Jane es enviada por su mentor, el antropólogo Louis Leakey, al actual Parque Nacional Gombe Stream, ubicado en la parte occidental de la región de Kigoma, en Tanzania. Acompañada por  su madre y un cocinero, levantó su tienda en la selva y dio inicio a una exhaustiva investigación de campo que no solo revolucionó a la comunidad científica por sus aportes sino que también represento una nueva forma de relacionarse con la especie al decidir asignarles un nombre y no catalogarlos bajo números. Hasta ese momento poco se conocía sobre ellos, por lo cual, las conductas observadas por Jane Goodall se convirtieron en una fuente de conocimiento mundialmente reconocida. 

Los chimpancés viven en comunidades jerárquicas que pueden abarcar desde 15 hasta más de 100 primates de diferente sexo y edad. Generalmente hay un macho dominante o también pueden formarse alianzas entre machos de un mismo grupo. Mientras que estos se quedan en su comunidad natal, algunas hembras jóvenes suelen abandonar su grupo en búsqueda de nuevos espacios.

Para reconocer algunos rasgos de su morfología, Jane observa que los machos son mayores en tamaño en comparación con las hembras. En posición cuadrúpeda, un chimpancé adulto puede tener una estatura de 81 cm. Se desplazan apoyándose en los nudillos de las manos y, en ocasiones, pueden hacerlo bípedamente. Poseen una gran capacidad y precisión de agarre debido a que los pulgares de las manos y los pies son oponibles.

Las crías llevan un mechón blanco en la parte final de la espalda que luego desaparece en la pubertad y también tienen la piel de la cara, las manos, los pies y las orejas con un tono pálido que se va oscureciendo a medida que alcanzan la madurez.

En cuanto a su reproducción, la madurez sexual se da entre los 9-10 años para las hembras y los 11-12 para los machos. Las hembras no solo brindan alimento y protección, sino también todos los aprendizajes para la supervivencia de sus crías. El destete recién se produce alrededor de los 4-5 años de edad y, alcanzan completamente su independencia entre los 6-9 años.

Su alimentación está compuesta principalmente de frutos, algunos vegetales, brotes, flores, semillas, corteza y resina. También consumen insectos como termitas y hormigas, aves y otros mamíferos de talla mediana que obtienen por medio de la caza. Tienen gran capacidad cognitiva para fabricar con ramas, piedras, hierbas y hojas diferentes herramientas, que luego son utilizadas para obtener alimento, asearse o para defenderse.

Los chimpancés se comunican a través devocalizaciones, gestos, expresiones corporales y faciales. Hasta el momento, se identificaron más de 30 clases de vocalizaciones diferentes, vinculadas a comportamientos de alimentación, saludos, juegos, reproducción, indicaciones de peligro o excitación.

Esta fecha es una oportunidad para conocer más sobre esta especie pero también para no perder de vista los peligros a los que se enfrenta desde hace años. Las principales causas que ponen en riesgo su vida son: la degradación y pérdida de su hábitat natural, ya sea por factores ambientales o por la acción humana; la actividad delictiva vinculada al tráfico y comercio ilegal de vida silvestre; la permanencia en cautiverio para ser utilizados en experimentos de investigaciones de la biomedicina y la cosmética o, la tenencia en cautiverio controlado, como lo que sucede en aquellos zoológicos que no garantizan las condiciones básicas de higiene, alimentación y cuidado.