Por Alejandra Vilela
En las grandes ciudades como Buenos Aires, caminar por las calles y ver paredes pintadas con aerosol, es cosa de todos los días. Desde simples inscripciones hasta grandes dibujos, el arte callejero inunda nuestra ciudad con sus trazos y colores, convirtiéndose incluso en obras de arte, aunque muy pocas veces nos ponemos a pensar en el impacto que causa el contenido de las latas de graffiti al medio ambiente.
En la actualidad a nivel mundial, cientos de organizaciones y movimientos sociales se manifiestan a diario cuya misión es frenar de alguna manera el daño causado por parte de empresas que contaminan el medio ambiente a gran escala. Si bien este tipo de movimientos ayuda, no es suficiente, el cuidado de nuestro planeta depende de todos y podemos empezar por casa y hasta de forma creativa.
El 1 de junio de este año, se realizó un taller que consistió en aprender a crear un Eco- graffiti sustentable. La actividad se realizó en la Escuela TEMAG, un bachillerato para jóvenes y adultos, ubicado en el barrio de Villa Maipú, (Pdo. de San Martín). En esta actividad recreativa participaron: la empresa Solbayres de higiene urbana, ubicada en CABA, la Fundación Espacios Verdes, ONG ambiental orientada a la educación, conservación y divulgación del medio ambiente y Fructus Terra, que forma parte del proyecto UBANEX (proyecto de extensión de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires). Se trata de una red de intercambio de saberes relacionados con la producción de alimentos, la salud y el medio ambiente.
Las encargadas de llevar adelante este encuentro fueron Sonia Biebert y Ayelén Tolaba, egresadas de la Tecnicatura en Producción Vegetal Orgánica (PVO) de la Facultad de Agronomía de la UBA, y representantes de Fructus Terra, quienes entrevistamos para saber un poco más en qué consiste esta iniciativa.
- ¿A qué llamamos Eco- graffiti?
- A: Es algo peculiar, es para que, primero y principal, llame la atención. Un día no ves nada y a la semana ves toda una pared pintada de verde, ¿qué pasó? La idea fue esa, que llame la atención, ¿cómo creció? ¿por qué creció? ¿está bueno?, ¿lo puedo replicar? ¿es caro? no, ¿es difícil? no, ¿contamina? no, es algo positivo, es algo distinto. No es como las latas de graffiti que no se reciclan y terminás teniendo montañas, y montañas de aerosoles vacíos. Un grafitero profesional, (al menos que haga grandes dibujos), no usa mascarilla, y el contenido del aerosol lo termina absorbiendo, porque dentro de la lata hay gases que son tóxicos a la atmósfera y las personas. Nosotras, proponemos hacer lo mismo, pero desde otro lado, con otra cara. Hay dos tipos de graffitis que no contaminan el medio ambiente, por un lado, el graffiti natural, y otro en el que vos comprás pasto sintético, lo cortás y lo pegás. El que te va a durar mucho tiempo y siempre se va a mantener verde, es el de plástico, pero el que va a tener un mínimo de cuidado y te va a llamar más la atención, porque es suave, es distinto, porque es verde brillante va a ser el graffiti de musgo.
- ¿En qué consiste la dinámica del taller?
- A: Primero juntar a todos, que se reúnan, explicarles qué es un graffiti de musgo, preguntarles cómo se lo imaginan, si les interesa el graffiti, el arte y explicarles las cosas positivas que tiene, a medida que se les vaya explicando los pasos, (que no es complicado, es algo muy simple), y que lo vayamos poniendo en práctica. Lo que sí, es necesario que haya compromiso por parte de los alumnos de que, aunque sea dos veces por semana, mojen el graffiti de musgo con un spray, porque para que crezca, necesita sombra y humedad. Esta iniciativa es sencilla y diferente, es como un arte callejero que es mal visto, pero ecológico. El taller es optativo para los alumnos de la escuela y además está abierto al público, cualquier persona interesada puede participar.
Cuando hicimos el huerto en espiral, los alumnos preguntaban ¿qué es? ¿de qué se trata?, porque no se lo imaginaban. Ese día hicimos un caracol en la tierra y les mostramos y explicamos que, en un metro cuadrado, se pueden poner varias plantas aromáticas y florales a la vez. La idea era de que, si tienen un espacio de tierra de dos metros, en vez de plantar cinco plantas, tengan siete u ocho variedades en el mismo espacio. Fue una experiencia distinta, no sólo para que lo vayan aprendiendo, con nociones básicas, sino también para que lo puedan replicar en sus casas.
No hace falta tener un lugar grande, si un vecino les dice “tengo la puerta de adelante, no quiero que me lo agarren más los perros, ¿qué puedo hacer?”, listo, le damos la idea de hacer un huerto en espiral, pero en vez de un círculo, hacerlo en un espacio cuadrado y si no tiene botellas, se puede hacer con cajones de manzanas. A toda la gente que asista al taller, les daremos semillas para que planten una lechuga, un rabanito, una acelga, no mucho, pero la idea es que consuman lo que planten.
- Volviendo a la idea del Eco-graffiti, ¿Podemos decir que esta práctica se trata de la unión entre la ecología, la sostenibilidad y el arte?
- A: Si, es una unión porque se trata de ver algo que muchas veces lo vemos como negativo. Viene alguien de noche y te pinta la pared que vos recién pintaste pero, ¿qué pasa si te pintan y de a poco te van a apareciendo plantitas y con un cierto dibujo? Entonces vos vas a esperar a que termine de crecer, a que termine de desarrollarse para ver lo que quiso poner. La idea siempre es que quede algo positivo, quizás te dibujó un mundo y primero te apareció la Argentina, bueno, después te aparece México o Canadá o África o Asia y decís ¿qué más puso? entonces, vos vas a cuidarlo y ver qué más hay, ¿cómo lo puedo cuidar? me gustó, le voy a agregar algo más, le voy a poner un nombre, una idea, entonces va a crecer y va a ser algo positivo.
- ¿En qué sitios públicos y/o abiertos pueden realizarse?
- A: Lo principal es tener un lugar que le dé mucha sombra y haya humedad, no sólo en una plaza o jardín, en una maceta de barro, en una maceta de cemento que no esté pintada, se puede hacer. Podés tener una maceta grande en la entrada de un edificio y de pronto te aparece una carita feliz verde, no necesitás una pared gigante, con un pedacito chiquito es suficiente. De pronto un día ves algo que te cambió el día y pienses “uy, vine cabizbajo, pero mirá qué loco, mirá que lindo”, es algo que da color (color verde porque es musgo), pero te cambie el día y quizás te dé una idea para incorporar.
- ¿Cualquier persona lo puede realizar?
- A: Cualquiera, chiquitos y grandes, no tiene nada tóxico, no tiene nada peligroso, salvo la licuadora, pero después de eso no es nada complicado.
- ¿Cuál es la importancia de este tipo de producción orgánica en relación al cuidado del medio ambiente?
- A: Tomar conciencia de que hay más cosas, no solamente el plástico o la lata. Acá no hace falta ir a una fábrica para tener pintura, no necesitás ir a comprar algo. Esto lo estás haciendo prácticamente vos, buscando los insumos vos mismo en lo posible o produciéndolos, como el yogurt.
- ¿Por qué es necesario difundir este tipo de prácticas?
- A: Porque vivimos en una ciudad de cemento. Muchas veces nos quejamos de que hace calor, que hay muchas inundaciones, pero ¿cómo cambiamos eso si no tenemos ganas de hacer grandes cambios? Bueno, incorporar un poco de verde, se puede plantar un árbol o dibujar uno. ¿Qué pasa si en ese sector alguien dibuja un árbol con musgo y al año siguiente plantan un árbol? En ese sector ¿se puede seguir inundando? ¿O la cantidad de agua se va a reducir? ¿O lo van a cuidar más?
S: Falta verde, podemos plantar conciencia con algo muy pequeño que puede llegar a ser un graffiti, pero como dice Ayelén, es una iniciativa, es una llamada de atención.
- ¿Creen que la sociedad está tomando cada vez más conciencia del cuidado del medio ambiente?
- A: Si, nosotras somos de PVO (Tecnicatura en Producción Vegetal Orgánica). y buscamos cambiar nuestro entorno. A alguien se le ocurrió crear una carrera de tres años al ver la necesidad de que exista un cambio. El primer año fueron ocho, el segundo año fueron diez, ahora son más de 800 los egresados.
S: La carrera fue creciendo y empezó a competir por cantidad con Agronomía. Es una de las que más estudiantes y egresados tiene.
- Muchas empresas, organizaciones y la sociedad misma están colaborando de alguna manera para preservar el medio ambiente: separación de residuos orgánicos e inorgánicos, el reciclaje, uso de papel biodegradable por parte de algunas empresas, uso de bolsas de tela para realizar las compras, entre otros.
¿Creen que esta tendencia seguirá presente en el futuro?
- S: Sí y creemos que se va a profundizar aún más, porque ya nos damos cuenta, que tenemos que cuidar la casa. Si seguimos con el plástico a full como está ahora, estamos viendo todas las consecuencias que trae. Esa bolsita que quedó volando, llegó al río, del río se fue al mar y se rompió en micropartículas y ya está en la musculatura de esos peces que después vamos a comer y que no sabemos las consecuencias que hay y que después nos traen a nosotros, a los propios peces, los consumidores y el mar en sí, o sea, todo el círculo de vida de nuestro planeta.
- ¿Algún comentario que quieran agregar en cuanto a la protección del medio ambiente?
- A: Hay que tomar conciencia. A veces poniendo en práctica cosas simples, como guardarse el papelito del caramelo, ahí empezamos el cambio. El graffiti va a ser algo vistoso, algo que les va a interesar pero con cambios más chiquititos, también estamos colaborando.
S: El cambio siempre empieza por uno, después puede contagiar a otros o no. La sumatoria de esos unos, va a ser un cambio. Ya lo estamos viendo a nivel mundial con distintos movimientos, y siempre las juventudes son las que traccionan esos cambios, esto viene de hace muchos años, pero ahora es más visible. No olvidemos la globalización, la comunicación que hay hoy, que hace que el mensaje llegue, de otra manera y con otra inmediatez, pero ya venía pasando, poquito, invisible, pero estaba. Hoy es más notorio, hasta explosivo podemos decir.