La Hora del Planeta es una campaña mundial de concientización. Está organizada por la WWF, la Organización Mundial de Conservación y en la Argentina se lleva adelante desde la Fundación Vida Silvestre Argentina.
La Hora del Planeta invita a individuos, gobiernos y empresas a apagar la luz por una hora para demostrar que el cambio climático nos importa.
La iniciativa surgió en Sidney, Australia, en 2007 y convocó a dos millones de personas. En 2015, La Hora del Planeta se expandió por el mundo con 10.000 ciudades de 172 países que participaron de la iniciativa apagando monumentos emblemáticos como el Sky Tower (Nueva Zelanda), la Torre Eiffel (Francia), el Obelisco (Argentina), Times Square (Nueva York), el Palacio Real de Madrid (España), entre otros.
En 2019 fueron más de 188 países de todos los continentes donde más de 7000 ciudades apagaron sus luces para demostrar que el cambio climático nos importa y que queremos hacer algo para cambiarlo, llegando así a la edición récord de La Hora del Planeta en su historia.
Este sábado 27 de marzo a las 20:30 nuevamente se apagan las luces por 1 hora en diferentes países. En esta ocasión, atravesados por la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2, propicia una excelente oportunidad para reflexionar sobre todo lo acontecido en el último año.
¿Y por qué nos tiene que importar el cambio climático? ¿Por qué debemos tener una vida más sostenible? Sencillamente, porque vivimos en un planeta que no posee recursos infinitos para una población en constante crecimiento, donde la gran parte de la gente vive en mega ciudades con una demanda energética increíble y donde se consume agua potable hasta para lavar los autos cuando en otros lugares todavía hay personas sin acceso al agua potable. Y esta enorme población mundial tiene requerimientos que hacen del desmedido extractivismo una moneda corriente.
La invitación para esta nueva Hora del Planeta es a repensar sobre nuestras acciones diarias que ponen en riesgo nuestro futuro, tales como utilizar los plásticos de un solo uso, el consumo de agua y energía y la contaminación del suelo, agua y aire. También nos invita a la incorporación de ciertos hábitos, como la separación de residuos en origen, el uso de transporte de manera eficiente, la plantación de flora nativa de cada región y la transmisión de todo esto a los demás.
Laura Ruiz
Técnica Universitaria en Conservación de la Biodiversidad
Educadora ambiental. Divulgadora Naturalista